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Meditación con el Arcano IV El Emperador

Mientras La Emperatriz es el poder espiritual, El Emperador es el poder material.
En esta pareja del Tarot tenemos las dos caras de una misma moneda, dos facetas del poder en una pareja. Cabe aclarar que el color de sus ropajes invertido representa polaridades contrarias. La Emperatriz es pasiva por hallarse representada por una mujer, pero a la vez activa por ser un número impar (III) y El Emperador es activo al ser representado por un hombre aunque pasivo por ser un número impar (IV).

El Emperador es el poder controlado por si mismo. El escudo que reposa a sus pies indica una mayor seguridad en si mismo y un menor aferramiento al poder, no lo precisa para si protección.

Este Arcano simboliza el dominio de la ciencia hermética, el poder y el conocimiento que concede la verdadera iniciación.

En el Tarot evolutivo, podremos saber que una persona “se encuentra centrada” y se siente en paz, cuando sale representada por esta carta. La persona ya aprendió a trabajar espontáneamente, pasó su tiempo de reflexión y soledad para poder conseguir el dominio sobre su psiquis y sobre su magia, y ahora, en el cuatro (número de concreción material) logra bajar a tierra lo que aprendió en su interior, logra mostrarlo afuera, materializarlo. Lo manifiesta a través de la rutina ordenada, del ejemplo de vida, la paz que emana, es quien “tiene las cosas claras”, no especialmente quien tiene la vida resuelta pero se le puede incluir, y es la envidia de todo el Tarot, porque ningún personaje vive mas en paz que El Emperador.

Muchas personas llegan a la perfección cuando se sienten como este Arcano, consideran que han alcanzado la cima de la montaña de su vida, en realidad es éxito total, pero a nivel material, quien tiene el poder real es La Emperatriz, pero si al individuo no le interesa conquistarse a nivel espiritual, puede dar por finalizada la obra cuando sienta la paz del Arcano IV. Y la cuestión mas importante ¿Cómo ser El Emperador?

Para empezar, la persona tiene que valerse por si misma, tener una rutina ordenada y conocer con quien puede contar y con quien no. Lo que le da su verdadera fortaleza es una empresa, un buen puesto de trabajo o una familia tradicional donde es el cabeza de familia. No suele sentirse como El Emperador, El Ermitaño, quien tiene sabiduría y poder, pero está excluido de la sociedad, y nadie lo ve, solo se ve a si mismo, no existe para los demás. En cambio, El Emperador se siente realizado socialmente y esto le genera felicidad. Es un Arcano saciado, pero no empalagado, es la persona correcta, que no se pelea en la calle pero que tampoco se deja embaucar. Su camino le costó tanto, que no lo echaría a perder por ningún arrebato, su esfuerzo acumulado es lo que le da la paz.